Os voy a contar un poco los tipos de colorantes que hay y la mejor forma de emplear cada uno de ellos, no es que yo sea una experta, pero seguro que os ayuda a la hora de elegir.
Hay dos tipos:
Para fondant y para glasa.
Para fondant:
Los menos aconsejables son los líquidos porque alteran la composición y en ocasiones hace que se agriete la masa, por lo que en caso de utilizarlos con fondant, es recomendable usar azúcar glass también con el colorante para quitarle humedad.
Lo más fácil, es encontrarlos en supermercados, viene un pack de tres, rojo, amarillo y azul, y con la mezcla de estos, puedes sacar otros colores.
Colorantes en gel o pasta:
La diferencia entre ellos es la consistencia y que tienen distintas texturas,el de gel es más fácil de aplicar
Los colorantes en polvo:
Estos sobre todo se utilizan para dar sombras y matices al fondant, su acabado es espectacular.
También sirven para teñir, pero es más complicado de extender que los otros.
Ahora os voy a dar unos pequeños consejillos, para no pringaros las manos de colores y estar varios dias con las uñas coloridas como hice yo la primera vez, usar guantes.
Echa el colorante despacio hasta conseguir más o menos el color deseado, más vale tener que añadir que pasarnos.
Para distribuir mejor el color recomiendo que tiñais una parte de fondant pequeña con el color un poco más fuerte del deseado y despues agregar esa parte al resto de masa y extender.
Para la glasa:
Nos sirve cualquier tipo de colorante, solo tener en cuenta que el líquido volverá las glasa más fluida.
Espero que os haya servido para aclarar dudas.